Thanks walkingdoll for the image

jueves, 15 de julio de 2010

Diente de león

Terminé de ver una película que se llama 'Air doll', es sobre una muñeca inflable que cobra vida y va descubriendo el mundo y algunos sentimientos, conforme avanza la película también te van mostrando un poquito de la vida de los vecinos que de cierta forma interactuan con ella. Debo decir que me cautivó, existen elementos que la hacen una película muy bella, uno de ellos es este poema que me pareció profundo, mucho más sabiendo la historia, y desconociendo el verdadero nombre del poema me atrevo a titular esta entrada como "Diente de león" dadas las características de la película y su significado oculto dentro del poema.



Parece que la vida está hecha de una forma en que nadie puede vivirla solo.


La vida tiene vacíos, los cuales solamente otros pueden llenar.


Parece que el mundo es la suma de todos esos otros


y sin embargo, no sabemos ni se nos dice


que podemos complementarnos mutuamente.


Dirigimos nuestras vidas dispersas, completamente inconscientes de los demás,


o algunas veces, está permitido hallar la presencia de otro desagradable.


¿Por qué, entonces, el mundo está construido de un modo tan abierto?

domingo, 10 de enero de 2010

Propósitos de 2010

... y había llegado la hora de las 12 campanadas cuando me di cuenta que no tenía ningún propósito pensado para el siguiente año, rápidamente comencé a pensar en algunos para darme cuenta, al ser interrumpido por los primeros gritos que decían "diez", que ya no tenía tiempo, bueno, había que pensar al menos en uno que valiera la pena, uno que reivindicara por qué no me había tomado la molestia siquiera de pensar en los 12 antes, fue así que en ese momento se empezaron a formar los 12 propósitos de año nuevo para el 2010: "mi único propósito para el siguiente año -pensé mientras los números descendían- es que para cuando llegue de nuevo el 31 de diciembre, ahora sí tenga mis 12 propósitos". Ese fue, mi único propósito para el 2009.

No listaré los doce, pero entre ellos se encuentran principálmente: leer más libros, escribir más, reanudar cosas que dejé pendientes y aprender ciertas cosas. La gente se propone cosas que terminan siendo imposibles, ya sea por falta de voluntad o porque la rueda de la vida así se movió; tareas que en un principio parecen posibles, pero que la aparición de nuevas cosas en el año dificultan su desarrollo. Como truco elegí doce que fueran sencillos de realizar, aunque sabiendo de antemano que al cumplirlos me harían una mejor persona, ya saben, cambios mínimos que terminan moviendo enormes engranes. Es muy sencillo leer más libros, este año no leí casi nada; es muy fácil escribir más, este año no escribí casi nada; así que ni siquiera el punto es esforzarse masoquístamente sino ir paso a paso, pero seguro.

Existen personas que aborrecen los propósitos, pienso que se trata más de prejuicios que de otra cosa, el fin de año nos enseña una oportunidad que todos los días tenemos: la de empezar a hacer las cosas bien o reinventarnos completa o parcialmente para ser mejores, la única diferencia entre el fin de año y todos los demás días es que aquel "último día" nos anuncia con platillo y bombo aquella oportunidad, de una forma que nos hace sentir que se está acabando el mundo, pienso que es algo parecido a tu cumpleaños: su mayor función es la de recordarte que el tiempo realmente está pasando y no es otra cosa que un día más.

Tal vez los propósitos sirvan para las personas que quieren mejorar en algo, pero no tienen la fuerza de voluntad para hacerlo, una manera de obligarnos a nosotros mismos a hacer las cosas, después de todo, es duro romper un compromiso, sobre todo si es hacia nosotros, al menos el romperlo nos mostrará sin vendas la clase de personas que somos, y así, de esa manera, podamos hacernos en el futuro un propósito combatiendo ese aspecto que nos impide cumplirlos.