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domingo, 16 de octubre de 2011

Clausura de blog

Este blog fue hecho a manera de diario personal, con el tiempo algunos amigos supieron de él y llegaron a seguirlo, aunque mi intención nunca fue tener seguidores sino una manera de descargar lo que llevaba dentro: escribí inquietudes, ideas, cosas que me pasaban, ideologías propias y mi toque personal, pero desde hace algunas semanas vengo sintiendo que su tiempo ya ha pasado y es tiempo de clausurarlo oficialmente (aunque seguirá en línea). Inicio una nueva etapa en el blogging, más constante y con más contenido, por lo que doy gracias a todos aquellos que me siguieron o que estuvieron en contacto por este medio conmigo. Hasta pronto...

mail de contacto: kukulza17@hotmail.com

=)

jueves, 15 de julio de 2010

Diente de león

Terminé de ver una película que se llama 'Air doll', es sobre una muñeca inflable que cobra vida y va descubriendo el mundo y algunos sentimientos, conforme avanza la película también te van mostrando un poquito de la vida de los vecinos que de cierta forma interactuan con ella. Debo decir que me cautivó, existen elementos que la hacen una película muy bella, uno de ellos es este poema que me pareció profundo, mucho más sabiendo la historia, y desconociendo el verdadero nombre del poema me atrevo a titular esta entrada como "Diente de león" dadas las características de la película y su significado oculto dentro del poema.



Parece que la vida está hecha de una forma en que nadie puede vivirla solo.


La vida tiene vacíos, los cuales solamente otros pueden llenar.


Parece que el mundo es la suma de todos esos otros


y sin embargo, no sabemos ni se nos dice


que podemos complementarnos mutuamente.


Dirigimos nuestras vidas dispersas, completamente inconscientes de los demás,


o algunas veces, está permitido hallar la presencia de otro desagradable.


¿Por qué, entonces, el mundo está construido de un modo tan abierto?

domingo, 10 de enero de 2010

Propósitos de 2010

... y había llegado la hora de las 12 campanadas cuando me di cuenta que no tenía ningún propósito pensado para el siguiente año, rápidamente comencé a pensar en algunos para darme cuenta, al ser interrumpido por los primeros gritos que decían "diez", que ya no tenía tiempo, bueno, había que pensar al menos en uno que valiera la pena, uno que reivindicara por qué no me había tomado la molestia siquiera de pensar en los 12 antes, fue así que en ese momento se empezaron a formar los 12 propósitos de año nuevo para el 2010: "mi único propósito para el siguiente año -pensé mientras los números descendían- es que para cuando llegue de nuevo el 31 de diciembre, ahora sí tenga mis 12 propósitos". Ese fue, mi único propósito para el 2009.

No listaré los doce, pero entre ellos se encuentran principálmente: leer más libros, escribir más, reanudar cosas que dejé pendientes y aprender ciertas cosas. La gente se propone cosas que terminan siendo imposibles, ya sea por falta de voluntad o porque la rueda de la vida así se movió; tareas que en un principio parecen posibles, pero que la aparición de nuevas cosas en el año dificultan su desarrollo. Como truco elegí doce que fueran sencillos de realizar, aunque sabiendo de antemano que al cumplirlos me harían una mejor persona, ya saben, cambios mínimos que terminan moviendo enormes engranes. Es muy sencillo leer más libros, este año no leí casi nada; es muy fácil escribir más, este año no escribí casi nada; así que ni siquiera el punto es esforzarse masoquístamente sino ir paso a paso, pero seguro.

Existen personas que aborrecen los propósitos, pienso que se trata más de prejuicios que de otra cosa, el fin de año nos enseña una oportunidad que todos los días tenemos: la de empezar a hacer las cosas bien o reinventarnos completa o parcialmente para ser mejores, la única diferencia entre el fin de año y todos los demás días es que aquel "último día" nos anuncia con platillo y bombo aquella oportunidad, de una forma que nos hace sentir que se está acabando el mundo, pienso que es algo parecido a tu cumpleaños: su mayor función es la de recordarte que el tiempo realmente está pasando y no es otra cosa que un día más.

Tal vez los propósitos sirvan para las personas que quieren mejorar en algo, pero no tienen la fuerza de voluntad para hacerlo, una manera de obligarnos a nosotros mismos a hacer las cosas, después de todo, es duro romper un compromiso, sobre todo si es hacia nosotros, al menos el romperlo nos mostrará sin vendas la clase de personas que somos, y así, de esa manera, podamos hacernos en el futuro un propósito combatiendo ese aspecto que nos impide cumplirlos.

jueves, 1 de octubre de 2009

87 cosas que alguien que me conoce sabrá

Alguien que me conoce sabrá...

  1. Que lloro ríendo
  2. Que me siento solo
  3. Que no soy abierto con mi familia
  4. Que me gusta la fotografía
  5. Que me importan los amigos
  6. Que olvido a los amigos
  7. Que me gusta la lluvia
  8. Que me gusta el frío más que el calor
  9. Que me gustan las pláticas intelectuales
  10. Que me gusta que me subestimen
  11. Que tengo problemas de memoria
  12. Que me gusta escribir y leer
  13. Que me falta motivación
  14. Que tengo depresión
  15. Que me falta voluntad
  16. Que necesito lentes
  17. Que necesito mimos
  18. Que soy nostálgico y melancólico
  19. Que me gusta ir al cine solo
  20. Que en general un noviazgo se me hace una perdida de tiempo
  21. Que pienso que todo es cuestión de contrastes
  22. Que soy objetivo
  23. Que soy empático
  24. Que amo a muchas personas
  25. Que quiero bastante
  26. Que no soy detallista
  27. Que odio la cebolla
  28. Que me gustan las mujeres
  29. Que me gusta el flan napolitano
  30. Que no me gustan mucho los postres
  31. Que llegué a ser una mala persona
  32. Que jugué con fuego sin quemarme
  33. Que era galán de chico
  34. Que me guardo mis cosas
  35. Que me gusta hacer sonreir a los demás
  36. Que soy bueno dando consejos
  37. Que no me gusta olvidar a la gente
  38. Que quiero tener hijos
  39. Que me gustan los perros pero no tendría uno
  40. Que a veces muerdo
  41. Que aprendí empíricamente computación
  42. Que soy sentimental
  43. Que mi corazón se ha roto y vuelto a armar unas 11 veces
  44. Que soy sincero
  45. Que hay o ha habido dos complots contra mi
  46. Que tengo amigos inseparables
  47. Que la muerte ya me ha echado el ojo
  48. Que me he enamorado
  49. Que no me gusta pedir ayuda
  50. Que soy difícil de encontrar
  51. Que la mayoría de mis experiencias las tuve antes de los 15
  52. Que debí haber muerto a los 20 o 19
  53. Que se necesitan 5 años para empezar a conocerme
  54. Que he pensado en suicidarme
  55. Que creo en Dios
  56. Que sé más de lo que muestro
  57. Que me gusta acariciar
  58. Que me gusta que me acaricien
  59. Que me gusta besar
  60. Que me gusta que me besen
  61. Que me gustan los abrazos
  62. Que soy muy abierto
  63. Que reconozco cuando estuve mal
  64. Que me desvelo
  65. Que no me gusta levantarme temprano
  66. Que sueño despierto
  67. Que me importa el ambiente
  68. Que no hago mucho por el ambiente
  69. Que el sexo no me parece algo sucio
  70. Que me canso de querer tanto
  71. Que lastimo a las personas
  72. Que no soy nada perfecto
  73. Que tengo más defectos que cualidades
  74. Que vale la pena conocerme
  75. Que fui cabrito
  76. Que ahora pienso dos veces las cosas
  77. Que sé algo de inglés
  78. Que estudié alemán aunque no lo acabé y ya se me olvidó todo
  79. Que el idioma que más me gustaría aprender es el ruso
  80. Que tuve un "doctorado" en primero de secundaria
  81. Que necesito amor
  82. Que tengo un alma vieja
  83. Que desde chico practico la filosofía
  84. Que me gusta meditar
  85. Que me gusta ver el comportamiento humano
  86. Que me gusta discutir
  87. Que me gustaría vivir más.
Son las que se me ocurrieron, pero supongo que hay más, sean felices.

viernes, 24 de abril de 2009

Cuando sucede el flechazo

Es un panorama oscuro el que caminamos, sin darnos cuenta, aún con los momentos felices con amigos y familia, una vereda de negro empedrado que se rompe con una caricia, como de lejana tierra llega esta persona rompiendo paradigmas y nuestra manera de ver la vida, nos hace preguntarnos ¿cómo hemos vivido sin esas caricias? Y ya convertidos en adictos ocupamos todo el tiempo pensando y estando con esta persona especial.

martes, 21 de octubre de 2008

Cuando estaba enamorado

Recuerdo que había algo que me motivaba en la secundaria para asistir a clases: se trataba de aquella chica que me gustaba entonces, como consecuencia de los tantos años que pasé en la secundaria la respectiva mujer amada cambiaba de vez en cuando, pero no así mi motivación para seguir asistiendo por ella. Hubieron épocas, hubieron tiempos, hubo momentos para cada una de ellas, y escribo esto por una pregunta que de pronto se instaló en mi mente: ¿Desde cuándo perdí esa motivación, de sólo levantarme en las mañanas para estar con ella?


Pudo haber sido en algún momento del bachillerato o quizá entrando a la universidad, porque es ahora que me doy cuenta -apenas- que esa sonrisa de las mañanas desapareció ya hace bastante tiempo, y sólo la veo en el recuerdo como otro suceso nostálgico que se agarra de las paredes de mi mente con tanta fuerza y tanto temor de ser olvidado.


Ese interés que si no movió montañas sí me impulso a que moviera los pies; a levantarme temprano, a dormirme tarde; a mandar un mensaje, a mandar muchos; a hacer una llamada o a recorrer largas distancias sólo para ver su cara, porque aún cuando la tecnología ha avanzado mucho me resultaba inmensamente necesario estar frente a ella, cara a cara. Cuando todo esto pasaba no importaban los sacrificios, no importaba que odiara hablar por teléfono o mandar mensajes; no importaba que ya fuera tarde, que me tuviera que levantar muy temprano; no importaba la distancia, el dinero, el pasaje.


Cuando recorremos un camino, de tal forma que se vuelve rutinario, lo recorremos tantas veces que dejamos de ver cosas, dejamos de ver los detalles que hacen interesante el viaje, la vista ya nos parece la misma y caminamos sin ninguna motivación; creo que sucede lo mismo con la vida y el pasar de los años, la pregunta que me hago es sólo una de todo un archivero de interrogantes: ¿cuándo dejé de mirar al cielo?, de maravillarme por la luna, por las estrellas, de arriesgarme a mirar el sol; ¿cuando dejé de preguntar '¿por qué?'?, esa pregunta que los niños vuelven perdurable, que hacen para saciar su curiosidad; ¿cuándo dejé de saltar, correr y jugar?; ¿cuándo empecé a percibir que de todo el día ya no me quedaba tiempo para hacer nada? porque a diferencia de los días de antaño éstos duran 24 horas; ¿cuándo perdí mi fe? hacia todas esas cosas que ahora me parecen casi imposibles.


Me doy cuenta que el motivo de estas palabras no es responder a mi pregunta, ni siquiera sé si estoy preguntando bien, pero tengo una razón para pensar en esto porque en mi vida, justo en este tiempo, se ha jalado un gatillo que ha revuelto toda mi cabeza y aunque sé que con el tiempo este sentimiento desaparecerá no quiero olvidar lo que siento por muy tortuoso que sea, aún si fuese un efímero deseo o un tiempo muerto que jamás volverá, prefiero seguir pensando en esto sin dejar pasar ninguna sensación, quizá así sea mi suerte en que llegue el momento de que la respuesta me sea revelada o tal vez llegue al punto en que no necesite respuesta nunca más.

miércoles, 16 de julio de 2008

Sobre los libros, la lectura y algo más (primera parte)

Me caen un poquito mal aquellas personas que dejan olvidado su blog, su metroflog, su e-mail o su hi-5 (por mucho que lo odie), en fin, todas aquellas herramientas basadas en la ingeniería social destinadas ya sea para informar, entretener o matar el ocio. Lo cierto es que muchas personas sólo acceden a algunas de estas por primera y única vez y no vuelven jamás a pisar terreno. Como no me quiero convertir yo mismo en "target" de mi propio mal gusto y señalamiento, después de bastante tiempo vuelvo a escribir habiendo llegado ya un poco de inspiración.

Y es que no me lo van a creer, pero estas últimas semanas estuve cazando musas que revoloteaban y se burlaban de mi, cualquiera que me hubiera visto habría pensado que estaba en busca de mariposas, quizá algunos habrían pensado que iba en busca de un panal de abejas y la red era para bajar (o pegarle a) la colmena... no sé por qué pensarían algo así, pero no es malo estar abierto a las opciones. Cruelmente se aprovechaban de que tenía dos ojos, dos manos y una red solamente para atrapar a alguna, un par adicional de ojos en la nuca me habrían venido bastante bien ante los empujones que siempre me daban al voltear a otro lado. Supongo que después de tanto tiempo se aburrieron de mi (o simplemente se compadecieron o estaban ya muy cansadas) porque aquella escena de guerra entre ellas y yo de pronto se convirtió en una donde todos estábamos recargados en un árbol como si no hubiera pasado nada y nadie recordara de qué se trataba todo eso, es algo así como cuando discutes con una persona por un tiempo considerable y llega el momento en que te preguntas de qué rayos estaban discutiendo. Sí, supongo que fue eso. Afortunadamente me di cuenta de qué se trataba todo el asunto y rápido tomé de la mano a una de ellas y me la llevé a mi casa, no opuso resistencia, lo demás es historia...

Libros. Millones de portales hacia otros mundos, hacia el pasado, hacia el futuro, también telescopios hacia distantes lugares o microscopios hacia otros, lectores perfeccionados de las mentes, vehículos de lo que quiere decir realmente el ser humano. Los libros, tan maravillosos, y a la vez tan incomprendidos y solitarios...

Lo anterior siento yo que no era necesario escribirlo, pero mi musa, que esta vez parece más hada que musa griega, patea el gabinete de mi computadora (donde está sentada por cierto) si no escribo lo que me dice que escriba... bueno... ¡ah sí!, ésta es la musa más hermosa que he visto... Y más inteligente... Ok, ¿podemos seguir? Ok, sigamos.

No me apena decir que el primer libro que leí en mi vida fue el de "La fuerza de Sheccid" de Carlos Cuauhtémoc Sánchez, ¿por qué me apenaría? porque es un libro de superación personal para adolescentes, la mayoría de este cuate son así (si no es que todos), aún cuando este libro lo leí siendo un niño me daba cosa saber que fue el primerito, ya saben, el primero no se olvida. Ahora he crecido y no lo veo nada mal, la verdad es un buen libro, con un desenlace bastante atrevido y diferente, pero sigue siendo un libro de superación personal, si le quitan eso, es un muy buen libro. Mi hermano lo leyó y después me lo pasó a mi diciéndome que el final estaba genial, así que la única motivación para acabarlo era ver si mi hermano había exagerado o estaba en lo cierto.

En mi casa habitaban bastantes libros, entre ellos todos los de el caballo de troya, no sé si alguna vez los vieron, es sobre religión o algo así, habían un buen viejos y unas tesis de personas que en mi vida jamás supe quienes eran. Habían libros para leer, pero he aquí un secreto: hasta hace (relativamente) poco, me convertí en un lector, también se puede decir lo mismo sobre mi práctica en el ajedrez. Así que en mis tiempos de juventud no era un ávido amante de las letras, al menos no para leer, pero eso sí, desde hace mucho escribo, escribo, escribo. No quiero decir que no leía nada en absoluto, pero sí muy poco, en lo particular me alarman todas esas estadisticas de libros leídos per capita de todos los países comparados con el nuestro, te dan una idea de por qué estamos tan atrasados culturalmente y te hacen ver que los países avanzados no necesitan una maquina del tiempo para estar 10 años adelantados de nosotros.

Deberíamos, de vez en cuando al menos, ponernos de acuerdo en leer algún libro de interés general y al acabarlo comentarlo, pienso que sería mucho mejor eso a ir vagando por la vida de fiesta en fiesta, no estoy en contra de las fiestas, pero definitivamente sí lo estoy si eso significa ir cada semana, como si fuera una cita religiosa obligatoria.

Mi segundo libro no recuerdo cuál fue, sólo me acuerdo de algunos pocos que he leído, recuerdo que una vez estaba en una comercial mexicana creo con mi madre y en un apartado de libros encontré "la casa negra" de Stephen King, la verdad es que me llamó mucho la atención la portada, y fue por eso que lo compré, resulta que tenía primera parte "el talisman", afortunadamente para mi el personaje había perdido la memoria de lo que le sucedió en el talisman cuando era niño, ya de adulto, en la casa negra, era un detective que se vio envuelto en extraños asesinatos, pero bueno, luego le sigo a esto en la segunda parte de esto.

Por ahora tengo una lista extensa de libros que quiero leer, en primer lugar está la obra maestra de Stephen King, la torre oscura, ya me leí el segundo libro y dentro de poco compraré el tercero, y ahorita estoy leyendo "Christ the lord: out of Egypt" de Anne Rice y un libro sobre Posicionamiento de Al Ries y Jack Trout, pero bueno, no los aburro más, creo que ya me extendí.

En la segunda parte escribiré sobre qué nos motiva a leer o comprar un libro y también sobre algunos prejuicios que se tienen muy a menudo en el ámbito de la lectura, entre otras cosas. A lo mejor hay una que otra pedrada por ahí.

sábado, 26 de abril de 2008

Mis primeros pasos - La pista de hielo

Kambray, Cris, Zatan y Yo
Bueno, no sé qué tan a menudo se escribe una entrada acerca de algo que ya lleva casi 4 meses que pasó, pero supongo que no tiene nada de malo hacerlo.

Desde hace mucho tiempo había querido ir a una pista de patinaje, yo nunca había patinado en mi vida, nunca aprendí a patinar ni siquiera en ruedas, sólo la bicicleta fue mi compañera en la infancia. Resulta que a principio del año nos pusimos de acuerdo para ir a una pista de hielo y mi sorpresa fue que es más difícil aprender a andar bien de lo que me imaginaba.

Todo empieza desde la mañana, resulta que me quedo de ver con Kambray, pero gracias a la mala suerte invertida no hay tráfico, se me hace temprano y llego una hora antes de lo programado al lugar de reunión, espero todo ese tiempo, con todo ese frío y después él aparece con sus dos super primas que son un encanto, platicamos y platicamos y nos vamos conociendo mejor, pero, ¿dónde está Zatan? Nos vamos cuando llegue con Cris. Nos hablan y nos dicen que por un trato hecho entre Cris y su padre no pueden manejar sobre la López Portillo (la avenida principal allá en Coacalco) y sé que muchos no les sorprenderá porque no conocen esa avenida, pero es imposible dirigirse a algún lado si no es tomando ese camino.

Y así fue que nos hicieron caminar porque no podían llegar a donde estábamos nosotros (¡se los dije!) y nos encontramos saludándonos con un gustazo por no habernos visto desde hace tiempo y ahora encontrarnos, ¡vamos a patinar en el hielo!, y la compañía no pudo ser mejor: Mis dos super
amigos Zatan y Kambray, Cris (que siempre ha sido una persona muy agradable y con un carisma muy alto) y las dos primas más cercanas de Kambray (y digo cercanas tal vez no tanto por la buena relación familiar que llevan sino porque viven a dos casas XD), ellas dos son un encanto, vuelvo a decirlo, además son preciosas.

Sólo a Kambray se le ocurriría invitarnos a una reunión familiar, sucede que cada determinado tiempo él y la primiza (un grupo demasiado grande de todos sus primos y primas) se quedan de ver para divertirse en familia, todavía recuerdo la cara de algunos como diciendo: "¿Quienes son ellos?" jejeje, pero bueno. Llegamos ya tarde con ellos porque nos perdimos en el camino, creanme, es difícil encontrar rutas nuevas por donde jamás habías pasado, a fin de cuentas tuvimos que volver a caminar después de dejar el auto estacionado un poco lejos de la pista de hielo. Llegamos.

Una vez ahí, con la emoción corriendo por mis venas me dispuse a dar mi primer paso en la pista......

-¡rayos! !hmph¡ ¿¡Qué demonios!? ¡Un momento, realmente es difícil! ¡ayudenme!

sí, lo sé, fue bastante embarazoso, pero hubo alguien o más bien algo que me ayudo en todo ese tiempo que estuve ahí aprendiendo cómo hacerlo:

-¡Oh sí! Mi salvación: La bardita. Muy bien bardita, si tú no me sueltas yo no te suelto.

Ahora es cuando me imagino esta imagen mia donde niños y niñas de hasta 5 años pasaban a mi lado10 veces antes de que yo diera una sóla vuelta, ¡anden! ¡anden! imagínenselo: un cuate de 21 años aferrándose a una barda para no caer mientras los niños hacen piruetas y saltos desinteresados por el peligro que corre el preocupado muchacho. Gracias a Dios Cris vino en mi ayuda para enseñarme algunos trucos para patinar, pero sobre todo para ayudarme a no caer sustituyendo la aburrida barda. Me convertí en un niño otra vez siendo guiado por un adulto capaz y responsable, siempre con más experiencia que yo; veía con admiración a una mujer que sabía patinar tomándome de la mano y levantándome cuando caía. Fue genial, bastante divertido.

No sólo yo era el que tenía dificultades, también Kambray y Zatan estaban en terreno peligroso, quienes de plano salieron bien libradas fueron las super primas encantadoras que a la media hora ya eran todas unas maestras en el arte; Cris, por su parte, era la maestra oficial mía y de Zatan aunque yo a veces me negaba para intentarlo sólo (y con la barda por supuesto).

Desafortunadamente no pudieron quedarse más tiempo Cris y Zatan y tuvieron que irse. Después de eso Kambray, la primiza y yo fuimos a comer unas hamburguesas y unas tortas, después de un rato y de haberse ido uno por uno los primos, la diversión acabó.

Me gustó bastante este día, anhelando que se repita o que haya uno parecido, me gustó conocer a los primos de Kambray, sobre todo a sus super primas, me gustó volver a ver a mis amigos, me gustó patinar en hielo por primera vez, y bueno, de tanta caída quizá no haya sido tan malo, uno nunca sabe cuándo te van a preguntar sobre cómo es el piso de una pista de hielo. Cuidense mucho. Los quiero.


jueves, 24 de abril de 2008

Sobre el día de la Tierra


El 22 de Abril fue el día internacional de la Tierra, un día antes vi unos programas en la National Geographic sobre el medio ambiente. Me dejaron impactado.

Tuve una grandiosa idea cuya intención fue la única que asistió a clases, los hechos no vinieron y no escribí nada. El plan era hacer una entrada donde hablara sobre el planeta Tierra, con estadísticas y todo eso, pero el día D me la pase viendo toda la programación que hubo sobre el tema y mientras más me informaba menos me acercaba a escribir (aparte mi hermano usó la computadora todo el día y la dejó de usar sólo cuando se fue la luz y no regresó jamás). Ahora que el día ha pasado no estoy como para poner todos los datos que tenía pensado poner, aunque sí me quedé con las ganas de hablar sobre nuestro bello planeta.

Recuerdo hace ya muchos años cuando lo del calentamiento global no estaba tan de moda que a veces decía bromas sobre ello; eran bastante chistosas en ese entonces, y todavía, por la ignorancia sigue dando un poco de risa. Ahora veo con bastante seriedad el asunto, todo el daño que le estamos haciendo al planeta, el efecto invernadero y las emisiones de dióxido de carbono que lanzamos a la atmósfera diariamente.

NatGeo, ha sacado una campaña bastante efectiva sobre lo que podemos hacer a favor de nuestra lucha contra la polución, su frase es: "Lo que tú hagas, cuenta" y todo esto me hace recordar los años de mi rebeldía juvenil y mis pensamientos tontos de "¿qué diferencia puedo hacer yo?", bueno, pues he aquí la respuesta: Mucho. Ultimamente me he vuelto un admirador sobre aquello de "pon tu granito de arena", es cierto y es una lucha difícil para los que lo ponen, pero la diferencia está ahí justamente.

Dentro del comportamiento diario de las nuevas generaciones existirá una preocupación innata por la Tierra; ya sea como evolución de una dañada sociedad o como respuesta del propio planeta hacia la amenaza que nosotros creamos, surgirán aquellos hijos armonizando con el propio ambiente, como una defensa nueva después de ver superadas todas las demás. Existe una teoría sobre el flujo de la vida acerca de que todo ser vivo surge de la Tierra y regresa a ella cuando muere; la Tierra ha hecho su inversión, sólo esperemos que no sea tan a largo plazo ni demasiado tarde.

Nosotros podemos decir miles de cosas con la mirada; el planeta las dice a su manera. Está triste y un poco enojada, pero aún hay esperanza porque siempre, siempre, siempre, podremos plantar 2, 3, 4 árboles y ser más conscientes con nuestro consumismo y comportamiento. Recuerden: Pongamos nuestro granito de arena (o muchos granitos de arena); lo que nosotros hagamos, cuenta.

domingo, 13 de abril de 2008

Qué belleza... (primera parte)


Qué belleza cuando sale el sol y apenas calienta la tierra; cuando podemos estar en un lugar que logró evitar los edificios y logramos ver gran parte del cielo como un lienzo que pinta un dios. Qué bello es recordar a la amiga que me dijo eso: una brocha que barre las nubes mientras el sol las tinta de colores; Aquellas amistades que ya no veo y que sólo puedo recordar, aquellos recuerdos que me hacen llorar, que me hacen regresar al momento a la hora de soñar.

Qué belleza la mujer hermosa y mi deleite por admirarla con cada mujer que veo, que bellas son sus piernas -y cuando no puedo verlas o ni siquiera las he visto alguna vez- que linda es su silueta, su figura. Así también los besos y los abrazos, los saludos de diario, el contacto con personas cada día, ese cruce de miradas, producir sonrisas... producir sonrisas...

Qué belleza es reír ya que hablamos de sonrisas, como lámparas iluminamos a quienes se les ha fundido el foco; ese virus benigno del que disfrutamos todos a la hora de convivir con las personas que queremos. En la rutina diaria esparcimos nuestra semilla, nos expandemos como un orgasmo de vida que involucra a todos y nos apagamos al dormir, recargando baterías.

Qué belleza equivocarnos cuando estábamos mal, darnos cuenta que prejuzgamos erróneamente a las personas con las que compartimos un espacio. La sonrisa nunca dada nos desarma por completo, y nos olvidamos de esa mirada intensa que antes nos incomodaba. Qué bello es conocer gente nueva, y crear la posibilidad de una relación duradera. Qué hermosa la lluvia que riega... que hermosa la lluvia que cae, y riega...

Qué belleza saber que te quieren, además de la familia que te quiera una persona, dos personas, tres personas... es bonito que te lo recuerden, con un abrazo sincero, con una mirada, con un beso. La que ostenta una corona de estrellas y siempre nos llama la atención, que hermoso es al fin notarla, cuando pasamos una vida sin siquiera verla.

Qué belleza la inocencia de un beso, cuando sólo dice te quiero, te amo, te aprecio.

Qué belleza cuando te escuchan, te entienden; se impulsan las almas en una espiral ascendente, y dan mil vueltas alrededor de la curvatura de la Tierra. Quienes tratan de escucharte y no te entienden, también son buenas personas, y es hermoso cuando se angustian por no armonizar tan bien contigo.

Qué belleza es que alguien te espere en la escuela, en la casa, y te diga "buenos días", "¿cómo te fue?" "que bueno que viniste", "que bueno que te veo", "estaba pensando en ti"...